DESTACADOS DE LA HISTORIA
| Nota del editor: Empresaria y "Good Morning América" colaborador Tory Johnson está en una misión para ayudar a otras mujeres a cambiar sus mentes de una vida mejor. Su nuevo libro, " EL CAMBIO ", debutó en el No. 1 en la lista de bestsellers del New York. |
Hace dos años, una sola conversación cambió mi vida: Mi jefe me dijo que tenía que bajar de peso o un beso de despedida a mi trabajo.
En realidad, ella no dijo eso en absoluto - pero es lo que he oído.
De hecho, ella nunca usó la palabra "grasa" o "bajar de peso". Ella nunca amenazó a mi carrera. Pero cuando me dijo mi ropa no me hace justicia, y que quería que me enviara a un estilista, yo tomé un mensaje a diferente forma. Lo tomé como que si no me reduzco físicamente el tamaño de mi yo ya no aparezco en la cadena ABC "Good Morning America", donde he sido colaborador desde hace mucho tiempo.
TV es, después de todo, un medio visual, y cada uno debe mirar su mejor. Así que bajar de peso o perder su trabajo es lo que oí. Había sido gordo toda mi vida, atrapado por ella, pero al parecer incapaz de cambiar. En retrospectiva, me moría de ganas por una razón abrumadora - menos que un ataque cardíaco o un diagnóstico de la diabetes tipo II - a tener que bajar de peso. La idea de perder un trabajo que me encanta es la chispa que necesitaba para seguir adelante.
Si usted ha pasado su vida como una persona gorda, cuando desesperadamente no quiere ser, usted sabe que es como estar en la cárcel, quiere escapar, pero a pesar de muchos esfuerzos, usted no puede hacer una pausa detrás de esas rejas.
Estaba harta de lo que la vergüenza de mi peso para controlar muchas malas decisiones - de llevar como en el día de mi boda para evitar mirar como un malvavisco masiva en un vestido blanco tradicional, para saltarse toda la atención médica de rutina por más de 10 años debido a que Yo no quería una conferencia de mi tamaño.
Cuando me puse a bajar de peso, realmente no sabía cómo iba a hacerlo realmente. Pero yo sabía que una cosa es cierta: que no iba a ir a otra dieta.
Yo había estado allí, y he hecho eso.
En realidad, yo había intentado casi todas las dietas por ahí de Atkins a la zona, la sopa de repollo a la dieta de la galleta. Claro, voy a perder algo de peso, pero cada vez que me cansaría del régimen, revertirá a los viejos hábitos y ganar todo de vuelta otra vez. Llegué a la conclusión de que las dietas simplemente detienen el mal comportamiento, y esta vez simplemente haciendo una pausa no era lo suficientemente bueno. En cambio, mi plan era bastante simple:
Coma menos : (duh), que arbitrariamente decidida a ser la mitad de lo que solía comer. Mi pequeño truco se convirtió en si podía nombrar todo lo que comimos ese día en menos de 10 segundos que estaba haciendo bien.
Elija mejor : Para mí, eso significaba que los hidratos de carbono de corte, lo que significa decir adiós a una gran cantidad de alimentos de color blanco - cualquier cosa con harina, pasta, arroz, patatas y azúcar.
No hay día de trucos : Si bien muchas de las dietas prescriben un día de descanso semanal para el buen comportamiento, yo sabía que no funcionó para mí. Yo esperaría hasta que llegó mi día de hacer trampa, comer todos los delincuentes que pude encontrar, y en poco tiempo me gustaría volver a comer con desenfreno a tiempo completo. Ahora pienso que recompensa a nadie tratando de bajar de peso con un día de hacer trampa es similar a decirle a un alcohólico que puede celebrar un mes de sobriedad con una cerveza. No trabaja.Si pudiera manejar la moderación, no habría sido la grasa en primer lugar.
Muévase más: Este fue el más fácil de todos, ya que no se movía en absoluto. Tomar las escaleras, caminar hacia y desde el trabajo y dar un paseo alrededor de la cuadra un par de veces al día se convirtió en un paseo diario en la cinta al lado de mi cama.
Tome mi propia responsabilidad, todos los días: me pesé cada mañana para estar siempre al tanto de dónde estaba. Ya no enterrar la cabeza en negación.
Haga una pausa antes atracones : Esta vez antes de comer, me detuve a pensar: la preferencia o prioridad? La preferencia puede haber sido la de ir a por los chips o galletas, pero la prioridad era siempre para perder peso. Simplemente refleja en que por un momento se dejó tomar la decisión correcta.
En el transcurso de un año, con este sencillo plan, he perdido 62 libras. He perdido ya otras 10 libras. Llegué a saber que lo que he puesto en mi cabeza es mucho más poderoso que lo que he puesto en mi boca - y estoy eternamente agradecido a ese jefe que me puso en este camino.
Cuando se trata de perder peso, ninguna píldora, poción o un plan de triunfos paciencia y perseverancia. Esa era la pieza que faltaba en el rompecabezas para mí - la barra de acero que me impedía sentir la libertad para finalmente darse cuenta. En el pasado, esperaba resultados durante la noche, y cuando no he tenido ellos, dejé de intentarlo. Tuve éxito profesionalmente, con un marido amoroso y hermosos niños. Pero cuando se trata de perder peso, yo era un desastre, y otra vez no porque no tenía el derecho de pensar.
Mi mensaje parece estar resonando con las personas que han luchado durante mucho tiempo o de por vida las batallas de peso.He recibido miles de correos electrónicos de gente que dice que mi historia es su historia - que ellos, también, se deje llevar por la complacencia de un truco de dieta tras otra, sólo para perder un poco y ganar todo de vuelta.
En esta época de triunfos Powerball desmesurados, muchos de nosotros pensamos que todo lo que hay que hacer para hacerse rico es comprar un billete de lotería. ¿Quieres ser la próxima Lady Gaga? Algunas apariciones en "American Idol" hará el truco.Siempre estamos buscando la solución rápida, la más fácil, para resolver lo que nos aflige. El pasado no tiene que dictar el futuro. Cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar nuestra mente para una más sana, mejor vida más feliz. Cualquier persona puede hacer el cambio.
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente las de Tory Johnson.
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